Qui ha vist l’Home dels Nassos?

No es a cosa hecha pero, en estas fechas, me inclino a hablar más de esos álbumes para niños que hablan de las tradiciones de este, mi lugar. Y, hoy, a cuatro días para que acabe el año, os traigo esta broma o tradición de algunos lugares de España como es “El Hombre de las Narices” o, en catalán, “L’Home dels Nassos“. El día 31 es costumbre por aquí preguntar a los niños si ya han visto a “L’Home dels Nassos, que té tants nassos com dies li queden a l’any” (El Hombre de las Narices, que tiene tantas narices como días le quedan al año). Los niños, imaginan un hombre con un montón de narices hasta que, por fin, caen en que solo queda un día para que acabe el año, así que el personaje que buscan solo tiene una nariz.

En “Qui ha vist l’Home dels Nassos?”, es precisamente esta broma la que le gastan a Jan, un niño que pasa la tarde del día 31 en su casa entre el ajetreo y los preparativos para la cena de fin de año. Alentado por su tío, saldrá a la calle para buscar a “l’Home dels Nassos” y todas las personas con las que se cruce le preguntarán lo mismo: “Ja has vist l’Home dels Nassos?” (¿Ya has visto al Hombre de las Narices”). Y, claro, poco a poco, el niño se irá frustrando y, por fin, algo triste, decidirá regresar a casa donde, al fin, entenderá la broma o la tradición de la que ha formado parte.

“Qui ha vist l’Home dels Nassos?”, lo escribió Annabel Sardans y lo ilustró Isaac Bosch en 2003 y, ese mismo año, lo publicó la editorial La Galera.

Y, en fin, solo me resta desearos un muy buen 2020. ¡Feliz año nuevo y hasta la semana que viene!

Cómo esconder un león en Navidad

A veces, no queda claro para quién se escriben ciertos álbumes ilustrados. Me explico: evidentemente, tienen magníficas y atractivas ilustraciones, el texto es sencillo tanto tipográficamente como en su sentido, pero, sin embargo, no sabes muy bien para qué hacer llegar ese mensaje a un niño, cuando él lo tiene más que claro. Quizá debiéramos ser los adultos los que tuviéramos que tomar nota del asunto…

Iris se dispone a pasar las fiestas navideñas con su familia en casa de su tía. La niña tiene como mascota un león (estas son las pequeñas exageraciones que hacen entrañable a la literatura infantil) y, por supuesto, quiere llevárselo consigo, pero sus padres no lo ven claro y deciden dejarlo solo en la casa. La niña se marcha sumamente triste pero el animal se escapa y sigue a la familia sin que esta se percate. Al final, el león, encuentra la casa de la tía, no sin antes vivir ciertas aventuras navideñas que, desgraciadamente, hacen más común el discurrir del cuento. Pero, lo significativo de este cuento es que, estar con el león era lo que la niña quería y lo que, al final, con el reencuentro, la hará feliz, más allá de la infinidad de regalos o comidas opíparas… Pareciera un llamamiento para los adultos hacia las verdaderas necesidades de los niños que, muchas veces, son más bien sencillas…

En fin, “How to Hide a Lion at Christmas”, publicado en 2018, conforma la secuela navideña de “How to Hide a Lion” (2010), libro con el que la autora e ilustradora, Helen Stephens ,comenzó la que parece estar siendo una colección fructífera con otros títulos publicados. La editorial Beascoa está siendo la encargada de traducirlos al castellano y al catalán.

¡Hasta la semana que viene!

Una pesadilla en mi armario

Muchos son los álbumes que tratan el terror nocturno con simpatía y restándole importancia: monstruos que habitan bajo la cama de un niño, ogros que hacen demasiado ruido y no permiten dormir o, como es el caso de este viernes, una pesadilla que vive en el armario de una habitación. Y, claro, el niño, decidido, se enfrenta a su miedo, sin saber que más miedo tiene su pesadilla que, cuando le ve apuntarle con un rifle de juguete, comienza a llorar de tal forma que, el niño, por temor a que despierte a sus padres, decide meterlo en su cama para que se calme.

Divertido, con un enfoque que, si bien no es original, sin embargo resulta muy atractivo y, desde luego, efectivo. Con unas ilustraciones que recuerdan a Sendak y su famoso “Donde viven los monstruos” (este sí diría que fue el original) escrito cinco años antes pero, aún así, resultan atractivas y acompañan perfectamente al texto.

“There’s a nightmare in my closet”, lo escribió e ilustró Mercer Mayer en 1968 comenzando así una serie (“There’s a…”) que se conformaría con la publicación de otros títulos ya en los años 80. En 2001, Kalandraka, lo tradujo al castellano y, bueno, como es buena costumbre en esta editorial, en todos los idiomas peninsulares.

¡Hasta la semana que viene!

Te desafío a no bostezar

No soy muy aficionada a los álbumes infantiles donde se alecciona al niño a hacer, sin rechistar, todo aquello que viene a ser rutina y nuevas responsabilidades, tal como lavarse los dientes, ir al baño solo o, la obligación que nos ocupa hoy, irse a dormir. Pero, este caso, es diferente y divertido. Un niño que habla de lo traicioneros que son los bostezos: aparecen cuando menos te lo esperas, sin avisar. Así que lo mejor es evitarlos a toda costa. Y para ello, el personaje de este libro nos aconseja alejarnos de los peluches, no contar ovejas, evitar cuentos sobre animales dormilones… Todo antes que bostezar porque, si lo haces y tus padres te ven, acabarás inevitablemente en la cama… un día más…

Y es curioso porque, cada vez que leo este cuento, no puedo evitar un gran bostezo y, en mi caso, como adulta, un anhelo de mi cama y almohada… Ironías de la vida…

En fin, “I Dare You Not to Yawn”, lo escribió Hélène Boudreau y lo ilustró Serge Bloch. En 2013, Barbara Fiore Editora lo publicó en castellano y, también, en catalán.

¡Hasta la semana que viene!