Once damas atrevidas.

Lo que primero me llamó la atención de este álbum fue su estética. Una portada colorida, con dibujos de unas mujeres montadas en motos y sidecars y con un toque muy femenino en cada una de ellas. Sin duda, la mano de una mujer estaba detrás de esas figuras…

Y lo abrí, comencé a leerlo y comenzó el ritmo y la rima en un texto divertido que nos muestra todo aquello que hicieron juntas cuatro amigas atrevidas. Viajar… a países exóticos, al desierto, a Rusia… escalar el Everest… Y, como si en cada destino cada una fuera encontrando su sitio en el mundo, poco a poco van quedándose, repartidas por el mundo, hasta que queda solo una, que decide regresar…

Preciosa adaptación de un cuento popular sobre unas vidas atrevidas, unas vidas de amistad y locura, que siempre está bien tener un poco. Texto e ilustraciones se funden perfectamente aunque no sean de la mismo autor. Muy recomendable.

“Once damas atrevidas” (en gallego, en el original) lo escribió Xosé Manuel González “Oli” y lo ilustró Helle Thomassen en 2001, año en que también lo publicó la editorial Kalandraka.

¡Hasta la semana que viene!

El oso que no estaba

Un álbum surrealista, con un personaje, el oso, que aparece de la nada y trata de descubrirse a sí mismo, ya que no recuerda o no sabe nada de él mismo y, lo que va conociendo, le gusta. Como quien sale un día de casa y va juntando pistas acerca de su propia personalidad y todo lo que reúne es de su agrado y por tanto, es feliz. Un hacer tabula rasa contigo mismo y comenzar a quererte, a entenderte y quererte tal como eres. Bonita iniciativa…

Claro que la historia no es tan concreta ni clara, esto es lo mejor de este álbum. El sinsentido te hece sonreír, te hace seguir leyendo y te hace encariñarte con ese oso tan sincero, tan sencillo, sin complejos ni complicaciones… es fácil quererse…

En fin, “Der Bär, der nicht da war”, lo escribió el polifacético, Oren Lavie, en 2014 y, en 2015, Barbara Fiore Editora, lo publicó en castellano.

¡Hasta la semana que viene!

El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza.

Uno de los álbumes más conocidos de los ilustrados por el gran Wolf Erlbruch y uno de los preferidos, siempre, por los niños por el tema escatológico en cuestión y que tanto gusta a esa edad.

Seguro que ya lo conocéis: un topo que se despierta con un excremento encima de su cabeza e, indignado, comienza por toda la granja a buscar al responsable con un firme propósito de venganza que, finalmente, llevará a cabo.

Divertido, espontáneo, irreverente y editado en diferentes formatos de los cuales destacaría la edición pop-up en la que, moviendo las pestañas, los niños juegan con los escrementos de los animales, ¡genial!

“Vom kleinen Maulwurf, der wissen wollte, wer ihm auf den Kopf gemacht hat”, lo escibió Werner Holzwarth y, como ya he dicho antes, lo ilustró Wolf Erlbruch en 1989 y, ya en 2007, lo tradujo al castellano la editorial Alfaguara.

¡Hasta la semana que viene!

El sultán y los ratones

Un cuento en cadena, un cuento circular, un cuento con repeticiones de las mismas frases en cada página creando uno de esos ritmos tan atractivos para los niños.

Un sultán que tiene el palacio lleno de ratones y esto le crea un problema dado que lo que más le gusta a este sultán es el queso. Así que manda reunirse a sus consejereos para que hallen una solución, y estos deciden llenar el palacio de gatos. Pero los gatos arañan al sultán, así que llevan perros. Pero lo perros ensucian el palacio, así que se desharán de ellos con unos leones… y, de estos… bueno, con unos elefantes que ocupan todo el palacio… y, ¿cómo deshacerse de unos elefantes? Sí, con unos ratones…

Ilustraciones muy curiosas creadas a partir de un collage con elementos de lo más variados y que invitan a detenerte en cada página para descubrir de qué objetos se ha servido la artista para crear a uno y otro personaje. Muy interesante, sí, texto y láminas.

Basado en un cuento poular árabe, Joan de Boer, escribió en 2005 de esta manera tan acertada “El sultà i els ratolins” y, de esta manera también, Txell Darné lo ilustró. Ese mismo año, OQO Editora se encargó de publicarlo, también, en castellano.

¡Hasta la semana que viene!