Científicas. Pasado, presente y futuro.

Antes de que se me olvide, llevo días queriendo compartir por aquí una de esas iniciativas que merecen la pena hacerse eco y, que por mi parte, siempre tendrán un “huequín”, aquí, en “Ve lavándote los dientes”. Y es que, un grupo de cinco mujeres y un hombre, científicos de la Universidad de Sevilla, fueron los responsables de la obra de teatro homónima en la que las cinco investigadoras protagonizaban la vida de cinco investigadoras del pasado para, después, hablar de su propio trabajo hoy en día.

Pues bien, esta magnífica iniciativa, también se puede leer en cómic que, además, te puedes descargar e imprimir gratis en este enlace. Porque lo que importa de esta iniciativa es su divulgación, por supuesto…

Además, también disponéis de un corto, que es una versión reducida de la obra y que os dejo aquí:

Científicas. Pasado, presente y futuro“, fue una idea original de Francisco Vega cuyo guión escribió junto a las cinco mujeres que después la representaron: Isabel Fernández, Clara Grima, Mª José Jiménez, Adela Muñoz y Mª del Carmen Romero. Las ilustraciones del cómic son de Raquel García Ulldemolins, Raquel Gu.

Pues, nada, que lo descarguéis y disfrutéis de su lectura como yo lo he hecho. Vale la pena. ¡Ah!, y no os olvidéis de compartirlo. ¡Hasta la semana que viene!

Las estaciones

Es curioso como, algunas veces, estos álbumes ilustrados sin palabras, comunican mucho más que largos textos de muchos libros. Y es que en “Las estaciones”, se nos describe eso, el paso de las estaciones en un prado con un árbol. Y, a simple vista, pareciera que no cuenta nada más que, en otoño se le caen las hojas, en invierno se cubre de nieve y, en primavera y verano, recupera la vida. Pero es mucho más que esto porque, si te fijas en cada uno de los dibujos, pronto descubres una ardilla, un nido con pájaros o, incluso, una lagartija que te cuentan cómo es su vida a lo largo de un año. Y, si lo haces algo más, ves hasta las gramíneas o un diente de león florecer, fructificar y esparcir sus semillas. Puedes pasar largo tiempo recorriendo sus páginas, mirando, escrutando cada personaje, vegetal o animal, del libro. Es como si a lo largo de un año, día tras día y desde una ventana, observaras la misma escena, el mismo paisaje obligado a cambiar por el clima.

Y, claro, se convierte en el álbum ideal para un niño cuando les están enseñando las estaciones del año y sus cambios en la naturaleza, pero también sigue siendo una delicia hojearlo años después…

Pues bien, “L’albero”, lo creó, porque esto es algo más que dibujar, Iela Mari en 1973 (de hecho, sí, esas tintas planas recuerdan la estética de aquellos años en los álbumes infantiles), pero no fue hasta 2007 cuando la editorial Kalandraka se encargó de su publicación aquí en España.

¡Hasta la semana que viene!

The Cat in the Hat

Aunque ya he traído alguna vez algo de Dr. Seuss por aquí, se me hace difícil repetir con este autor porque es muy raro encontrar buenas traducciones de sus libros. De hecho, en este caso, recomiendo encarecidamente leerlo en inglés, su idioma original.

Y es que lo peculiar de este autor, aparte de sus geniales personajes fantásticos que ilustran todos sus libros haciéndolos tan característicos, lo peculiar, digo, es el texto en verso tan y tan surrealista y gamberro que también constituyen su firma. Así que, un texto con estas características, se convierte en tarea difícil para un traductor. Las veces en que la versión en castellano ha merecido la pena, demuestra, no solo el dominio de la disciplina por parte del traductor, sino la imaginativa, el ingenio para que, irremediablemente, se pierda la traducción literal pero, no así la rima y el contenido loco, absurdo que hacen tan encantadores los escritos de Theodor Seuss.

Me consta que se han publicado más traducciones pero, francamente, la edición en castellano de 1967 bien merece obviarla. Pero bueno, lo dicho, os aconsejo que lo leáis en inglés para, así, no perder la frescura y la rima original. Vale la pena.

“The Cat in the Hat”, lo escribió e ilsutró Theodor Seuss Geisel, Dr. Seuss, en 1957 convirtiéndose en un clásico que edita una y otra vez, como bien se merece, la editorial Random House en su colección Beginner Books.

¡Hasta la semana que viene!

El mar dijo ¡basta!

Y, en este momento en el que el cambio climático y sus devastadoras consecuencias, entran en las perversas “trending topics”, guardémonos de ellas. Reflexionemos y actuemos pero con inteligencia, con serenidad y perseverancia. Que nunca está de más que estos y otros temas preocupen cada vez a más gente pero ojo con el oportunismo de algunos sujetos que, lejos de preocuparse, sacan tajada del asunto… Y no hay nada más peligroso que la desinformación, el populismo y el movimiento en masas de manera irreflexiva… En fin, el ser humano…

Pero bien, para ayudar a formar personas con ese espíritu crítico tan necesario en la actualidad, siempre podremos acudir a libros tan reflexivos, tan educativos como el que traigo hoy. El mar está cansado, cansado de la cantidad de personas que navegan sobre él, de la cantidad de animales que viajan a través de él y, harto, pega una sacudida y con un magnífico tsunami, da la vuelta al mundo. Todos los comportamientos, todas las costumbres se vuelcan y un nuevo orden social, tanto humano como animal, nace y, por tanto, unos y otros se ven forzados a entenderse para poder convivir. Y, no es tan difícil: al fin y al cabo, tampoco somos tan diferentes…

Interesante, imprescindible lectura de mano de Comotto, quien siempre transmite algo de esa manera tan ingenua, tan sensible y tan hermosa como solo él sabe hacer. Ilustraciones expresivas, dinámicas y frescas que las hacen, también, inconfundibles.

Así que, sí, “El mar dijo ¡basta!”, lo escribió e ilustró Agustín Comotto en 2006 y, ese mismo año, lo publicó por primera vez la editorial La Galera.

¡Hasta la semana que viene!

Cuentos por correo

Si bien la era del correo postal está claramente en declive, sin embargo, es curioso como, el gesto de tirar una carta en un buzón de correos con el deseo de que un ser querido reciba ese escrito suyo, sigue llamando la atención a los niños. Es pura magia, es un doble “me acuerdo tanto de ti”, es la impaciencia por la llamada de la otra persona (varios días después de haber llegado a casa tras un viaje) diciendo que, por fin, ha llegado su postal desde… ¡Me encanta!

Por eso, buscando qué regalar este año a los niños de esta, mi casa, y que estuviera relacionado con esta magia que, comento, es para ellos, encontré esta magnífica idea de Raquel Díaz Reguera: cuentos escritos en ocho postales que mandas, al niño en cuestión, en ocho envíos. Al final, cuando el niño tiene reunido todo el cuento, que habremos enviado poco a poco, puede leerlo de principio a fin, sin interrupción, y construir el puzle de la ilustración cuyas piezas son cada una de las entregas. La idea es que, tras la última entrega, se le dé ya en mano una caja donde pueda guardarlo. De esta manera puede descubrir la identidad de esa especie de amigo invisible que ha estado enviándole postales todo ese tiempo. Yo, sin embargo, he preferido modificar algo estas instrucciones para que se adapten mejor al día de Reyes… complicado pero factible (creo).

La colección de “Cuentos por correo”, la componen varios títulos a elegir: “Dibujos animados”, “El bolso rojo”, “El ratón más grande del mundo”, “La doncella, el vestido y el amor”, “Lunes y sin embargo viernes” o “Un deseo gigante”. La idea original, el texto y, por supuesto, las ilustraciones, son de Raquel Díaz Reguera y fue publicado por primera vez en octubre de 2017 por la editorial “Tres Tigres Tristes“.

¡Hasta la semana que viene!