Nunca hagas cosquillas a un Tigre

A petición de una personita, hoy os traigo este divertido álbum en el que la protagonista es una de esas niñas que no sabe parar y que tanto desespera a padres y educadores. La clase de la niña ha ido de visita al zoo y, cómo no, Zara Zarandilla (así se llama), no puede parar de correr y tocar a todos los animales. Y, por supuesto, de nada sirven las advertencias de la maestra, porque, cuando todos sus compañeros están en la pausa de la comida, ella aprovecha para acercarse a la jaula del tigre y hacerle cosquillas, lo cual provoca una cadena de golpes, gritos y caos que hace entender a la niña que ha actuado mal… ha actuado mal con el tigre pero, siempre puede probar con el oso polar…

Un guiño a todos esos niños inquietos, curiosos, con los ojos en los dedos, como dice mi madre, un guiño a los niños, en fin.

“Never Tickle a Tiger”, lo escribió Pamela Butchart y lo ilustró Marc Boutavant en 2015. Un año más tarde la editorial Libros del Zorro Rojo lo tradujo al español.

¡Hasta la semana que viene!

Cerca

Señor Pato y señor Conejo, viven en la misma ciudad y, en el día a día, comparten espacios y momentos sin saberlo y, por la misma vida y su ajetreo, no son capaces de parar y conocerse, parar y hablar… Y, dice el cuento, es una pena porque sus vidas podría ser muy diferentes…

Se me ocurre que, en estos días en los que se nos obliga a guardar distancias, seguramente lo que más estemos echando de menos sea precisamente esto: compartir espacios, compartir la vida en fin. Tengamos presente este sentimiento, esta necesidad cuando todo esto pase…

“Cerca” lo escribió e ilustró Natalia Colombo en 2008 y, ese mismo año, la editorial Kalandraka lo publicó en todos los idiomas de la península.

¡Hasta la semana que viene!

¡A la cola!

No es que tenga mucho que contar pero la simpleza demuestra ternura y es lo que lo hace interesante a este álbum. Una serie de animales mantienen cola y no se sabe muy bien para qué. Un pájaro que los sobrevuela intenta poner orden y tranquilizar a la fila que, ante el retraso, comienza a ponerse nerviosa. Los animales comentan, algunos comienzan a sentir hambre y tienen su comida justo delante, pero, por fin, les dan la señal y todos, en orden van entrando, o más bien, montando en los lomos de una ballena que hará una serie de acobacias con ellos encima convirtiéndose en una atracción para todos los animales.

Una secuencia de 50 animales, desde una pequeña rana hasta el elefante, se presentan de manera divertida y atractiva para los más pequeños. Interesante verlo con ellos.

“Nanno Gyôretsu?”, lo escribió e ilustró Tomoko Ohmura en 2009 y en 2012, lo tradujo al español la editorial Corimbo. ¡Hasta la semana que viene!

Con los pies en los zapatos

En la época que descubrimos a Pablo Albo, nos entró un deseo mezclado con ansiedad de hacer acopio de todo lo que había escrito por miedo a que se dejara de publicar, que ya sabéis qué pasa con la literatura infantil, que es un visto y no visto. Así que dimos con un libro de lecturas para alumnos de 2º de primaria cuyo texto había escrito también él. Nos resultó un poco extraño comprarlo porque, entonces, nadie en casa tenía esa edad pero, bueno, así tranquilizábamos nuestro espíritu.

El hecho es que, cuando lo leímos, pensamos en lo afortunados que serían aquellos niños que tuvieran ese libro de lecturas en clase. Afortunados y privilegiados porque, sí, es un privilegio aprender a leer con un autor que transmite esa diversión, esa informalidad en la palabra escrita, perdiendo todo el arcaico respeto, jugando con el texto y las palabras de forma que convierte el aprendizaje en un juego.

En fin, que cada vez que hablo de Albo, pierdo el hilo de lo que quería decir…

En un mundo en el que casi todo está por inventar o descubrir, los zapatos sí que están inventados pero no con el propósito actual: los zapatos se usan como viviendas, vajilla o sombreros. Claudia, será la primera persona que los use de manera fortuita en los pies, no sin antes pasar por un sinfín de absurdos y anécdotas junto a su hermano, un joven que quiere descubrir mundo y con quien guarda una relación muy tierna.

Tierno, divertido, absurdo, con unas ilustraciones que acompañan de manera perfecta y con mucha frescura al texto reproduciendo con total fidelidad lo que se está leyendo.

Con un sello inconfundible, Pablo Albo, escribió “Con los pies en los zapatos” y lo ilustró Adolfo Serra por encargo de la editorial Edelvives en 2011. ¡Hasta la semana que viene!