Mamá

Nunca me ha gustado leer a mis hijos libros o cuentos que describan los sentimientos de un hijo hacia su madre: cada relación es un mundo y no me gusta condicionar.

Sin embargo, cuando leí por primera vez este álbum, no sé si fue por las ilustraciones tan atractivas, con esos colores tan llamativos, pero el hecho es que me atrajo enormemente. Seguí sin leerlo aquí en casa pero me lo quedé porque reflejaba muy bien lo que pretende ser una madre.

Y es que, “Mamá” es más bien un cuento para las madres porque, en todo caso, si tenemos la suerte de que nuestro hijo tenga esos sentimientos hacia nosotras (y no tiene por qué), no creo que necesite que nadie los verbalice por él, simplemente los tendrá y hará buen uso de ellos; y eso es magnífico, porque, y ya lo dije hace unas semanas, nunca te vas a sentir tan especial para una persona como lo eres para un hijo en esa inconsciente e inocente edad que es la infancia.

Un texto muy simple, pero fuerte y en rima, nos describe eso, los sentimientos de un niño pequeño hacia su mamá. Encantador…

“Mamá”, lo escibió e ilustró Mariana Ruiz Johnson en 2013 y, ese mismo año, Kalandraka lo publicó por primera vez y en todos los idiomas de la península, como es habitual en esta editorial.

¡Hasta la semana que viene!

¿Somos amigos?

A pesar de que hay un oso por medio y a mí me gusta que estos mensajes sean directos sin animalitos que dulcifiquen el tema, es verdad que este cuento lo entienden, entienden que la amistad es algo más que exigir; que la amistad es un camino de doble sentido y que debe estar equilibrado, por el bien de la propia amistad.

Un niño algo déspota en su relación con su amigo el oso, ve cómo cambian las tornas cuando el oso empieza a comportarse como él y, claro, ya no le gusta tanto esa amistad. Pero, en un momento determinado, descubrirá que la ayuda mútua es lo mejor para mantener una amistad sana.

“¿Somos amigos?”, lo escribió e ilustró Anabel Fenández Rey para los más pequeños en 2016 y, ese mismo año, la editorial Kalandraka lo publicó en todos los idiomas de la península.

¡Hasta la semana que viene!

Un hada descontrolada

Si bien, el texto no es que tenga mucha miga, sin embargo, la combinación con las ilustraciones consigue un resultado divertido. Simplemente, la niña Marga, disfrazada de hada con varita mágica, queda a jugar con su amiga Hortensia . Las niñas empiezan a jugar a los hechizos y, Marga comprueba estupefacta cómo todos sus deseos se convierten en realidad. Pero la cosa comienza a írsele de las manos mientras su amiga no para de reírse, así que muy enfadada, le lanza un hechizo por el que convierte a Hortensia en sapo para, acto seguido, arrepentirse y, de nuevo enfadada, romper la varita. Triste porque ha roto la varita y ya no puede devolver a su amiga a su estado habitual, regresa a casa dispuesta a confesárselo a la madre de Hortensia. Cuando llegue, descubrirá que su amiga, que sí es una bruja, ha estado toda la tarde divirtiéndose a costa de ella.

Y, claro, contado así, no tiene tanta gracia (bueno, ninguna gracia), pero como ocurre muchas veces con los álbumes de Bouchard, las ilustraciones son tan buenas que mejoran considerablemente el cuento. De nuevo, ilustraciones a tinta en los que tan solo destacan a color algunos personajes en cada página. Siempre con reminiscencias de Quino o Sempé: estupendo.

“L’après-midi d’une fée”, lo escribió e ilustró André Bouchard en 2015 y un año después lo tradujo al castellano la editorial Luis Vives.

¡Hasta la semana que viene!

Max y los superhéroes

Hoy traigo un libro como homenaje a todos los padres que estos días estamos haciendo malabares para conciliar, ya no la vida familiar con la laboral, sino para continuar con la labor educativa de nuestros hijos a la vez que lograr que nuestros trabajos no se resientan. Y, ojo, no me quejo en absoluto: todo este esfuerzo lo hacemos por la educación de nuestros hijos… de nuestros hijos. Para que, mientras toda esta pesadilla está ocurriendo, no pierdan sus rutinas, aquellas que los mantienen enteros y les alcanza algo de estabilidad y seguridad en este momento tan cercano al caos. Y, para que cuando todo esto pase, pues, no sea tan grande la laguna de conocimientos que habrá dejado esta pandemia… pero, bueno, a estas edades, os aseguro que es lo que menos me importa en estos momentos.

El problema es que el cuento que os traigo, solo habla de la labor de la madre, que sí, que es verdad que en muchos casos es la mujer la que asume roles dentro y fuera de casa que debería compartir. Pero quisiera que los padres, hoy, también encontraran un reconocimiento en esta situación que nos afecta a los dos por igual, a mujeres y hombres.

Max admira a muchos superhéroes pero su preferido, sin duda alguna es Megapower. Megapower es una mujer, valiente, capaz de dominar a cualquier animal, con capacidad de ultravisión, una gran inteligencia… un sinfín de poderes que la hacen insuperable. Pero lo que más le gusta a Max de esta supermujer, es cuando, por la noche, se transforma en su mamá para darle el beso de buenas noches. Amor y admiración por la madre que, a esas edades, además, es sobrexagerada. ¡Me encanta!, en ningún momento de nuestra vida nos sentiremos tan queridos, tan necesitados; hay que disfrutarlo como lo que es.

Pues nada, un sicero homenaje, un descubrirme ante el trabajo que muchas familias están realizando estos días por que el día a día de sus hijos no se rompa tanto. Enhorabuena, lo estamos haciendo bien…

“Max i los superhéroes”, lo escribió e ilustró Rocío Bonilla combinando sus siempre expresivos dibujos con los otros realizados por Oriol Malet Muria, quien se encargó de los dibujos de la superheroina a modo de ilustraciones de cómic. En 2016, la editorial Algar/Bromera, se encargó de publicarlo en castellano y catalán.

¡Hasta la semana que viene!

Con el dedo en la nariz

En otras ocasiones ya he hablado de algún libro en el que se tratan las mentiras que los adultos cuentan a los niños con el fin de educar. Como por ejemplo, y de esto trata este cuento, lo que le puede suceder a un pequeño si se hurga la nariz. Y aterrorizados viven los protagonistas pensando en lo que les puede ocurrir en caso de que lo hagan y desobedezcan a sus padres: quedarse con el dedo atascado en la nariz, una dolorosa infección o, directamente, quedarse sin nariz…

Pero, claro, al final los niños descubren la mentira y pierden toda inhibición así como los padres todo el peso moral para cohibirles. Más les hubiera valido explicarles el concepto de intimidad o el de norma social… en fin, contarles la verdad para que entendieran las consecuencias de su comportamiento.

“Nasebohren ist schön” lo escribió e ilustró Daniela Kulot en 1996. Diez años después, en 2006, lo tradujo al castellano la editorial Kalandraka en su sello Faktoría K de Libros.

¡Hasta la semana que viene!