Espejo

Una niña, aparentemente aburrida, descubre con sorpresa que, junto a ella hay un espejo y, como si fuera la primera vez que ve su reflejo, al principio temerosa, después tímida y, al final, deshinibida, empieza a jugar con él. Los movimientos frente al espejo comienzan a ganar intensidad hasta convertirse en un baile desenfrenado donde, hasta el color naranja del vesitido de la niña, escapa de sus límites para cubrir toda la página a modo de manchas. Toda la ilustración de la página de la izquierda aparece siempre reflejada en la de la derecha, como si la línea que las separa fuera ese espejo invisible para el lector.

Pero, en un momento determinado en medio de este frenesí, aparece una página en blanco: las dos protagonistas han desaparecido del libro. Y cuando vuelven, solo los lectores nos damos cuenta de que se ha producido una separación entre la niña y su reflejo. A partir de entonces, este último adquiere vida propia y, como tal, también criterio y albedrío, lo cual, enfadará enormemente a la original cuando se percate de que su reflejo ya no le obedece. Y, parece que el carácer es lo único que siguen compartiendo original y reflejo porque también este se enfada porque no quiere perder su recién ganada individualidad. Original (así vamos a llamarla) acaba con una reacción propia de su edad y, finalmente, empuja la línea media que separa las dos páginas haciendo que el espejo y su reflejo caigan y se rompan en mil añicos. La última página muestra exactamente el mismo dibujo de la niña acurrucada en el suelo del inicio del libro pero, esta vez, su visión en espejo. ¿Es Reflejo u Original quien se ha roto?

Los libros de Lee desafían las normas, provocan al lector, nos obligan a mirar, observar, entender por qué ese dibujo es así y no de otra manera. Porque esa sutil diferencia, ese trazo justo en ese lado de la página es lo que nos cuenta, lo que nos narra sin palabras, en fin, la historia que su autora nos quiere contar.

“Espejo”, fue la primera de las obras de “La trilogía del límite“, a la cual siguieron “La ola“, de la cual ya os hablé en su día, y “Sombras”. La artista de todo esto es Suzy Lee, quien en 2003 comenzó con sus publicaciones. Aquí en España, su publicación corrió a cargo de Barbara Fiore Editora.

¡Hasta la semana que viene!

La ola

Comienza el periodo estival y me apetecía traeros este álbum mudo de la genial artista surcoreana, Suzy Lee. En “La ola”, una niña que pasea por la playa con su madre, comienza a jugar y a desafiar a las olas que rompen en la orilla bajo la atenta mirada de un grupo de gaviotas, las cuales son testigo del triunfo de aquellas. Aunque, seguramente, divertido y agradecido por el juego, al final, el mar, le regala a la niña un tesoro de conchas y estrellas que le enseña feliz a la madre que, rezagada, acaba de llegar.

¿Qué hay que decir de estas ilustraciones tan vivas que ni siquiera necesitan texto que las explique? Con tan solo dos colores, el del lápiz y el azul del vestido de la niña y el mar, Lee, nos transporta a esa playa donde, incluso, podremos escuchar el batir de las olas o el graznido de las gaviotas.

“La ola”, forma parte de “La trilogía del límite” junto a “Sombras” y “Espejo”. En ella, Lee, rompe con las normas estéticas y de maquetación y nos presenta dibujos que interrumpe, que recorta, de manera intencionada, en la zona central de la encuadernación. Esta maravilla de desafío, la publicó, en 2008, Barbara Fiore Editora.

¡Hasta la semana que viene y felices vacaciones a los niños!