Sea para celebrar el día del libro del pasado martes que os traigo hoy este genial álbum en el que un hombre, aislado en la paz de su apartamento, trata de leer un libro. Su vecina, una niña decididamente ruidosa, de manera involuntaria, le irá interrumpiendo la lectura una y otra vez. El hombre, trata de que cese en su ruído pero sin ningún éxito, hasta que al final encuentra la solución: le regala un libro a la niña que, inmediatamente, comienza a leer consiguiendo así el tan ansiado silencio. A partir de entonces, el entendimiento hace que compartan algo más que la lectura y salgan juntos de paseo por la ciudad porque no todo en esta vida son los libros, ¿no?
El texto resulta sencillo y muy rítmico y está acompañado de unas magníficas ilustraciones frescas y sumamente expresivas que, a veces, se combinan con detalles de imágenes reales, como la gorra tan característica del hombre o el taburete o la silla sobre los que se sientan ambos para leer.
Y es curioso como el problema se plantea a lo largo del libro como si lo estuviera contando el hastiado personaje pero, el título, nos dice todo lo contrario: es la niña la que nos da su punto de vista al describirnos a ese vecino tan raro y malhumorado que no le deja jugar en paz y en todo momento le exige silencio.
Pues, nada, magnífico y recomendable, “Buur man leest een boek”, lo escribió e ilustró Koen Van Biesen en 2012 y un año después, en castellano y en catalán, lo publicó la editorial Tramuntana.