A veces, no queda claro para quién se escriben ciertos álbumes ilustrados. Me explico: evidentemente, tienen magníficas y atractivas ilustraciones, el texto es sencillo tanto tipográficamente como en su sentido, pero, sin embargo, no sabes muy bien para qué hacer llegar ese mensaje a un niño, cuando él lo tiene más que claro. Quizá debiéramos ser los adultos los que tuviéramos que tomar nota del asunto…
Iris se dispone a pasar las fiestas navideñas con su familia en casa de su tía. La niña tiene como mascota un león (estas son las pequeñas exageraciones que hacen entrañable a la literatura infantil) y, por supuesto, quiere llevárselo consigo, pero sus padres no lo ven claro y deciden dejarlo solo en la casa. La niña se marcha sumamente triste pero el animal se escapa y sigue a la familia sin que esta se percate. Al final, el león, encuentra la casa de la tía, no sin antes vivir ciertas aventuras navideñas que, desgraciadamente, hacen más común el discurrir del cuento. Pero, lo significativo de este cuento es que, estar con el león era lo que la niña quería y lo que, al final, con el reencuentro, la hará feliz, más allá de la infinidad de regalos o comidas opíparas… Pareciera un llamamiento para los adultos hacia las verdaderas necesidades de los niños que, muchas veces, son más bien sencillas…
En fin, “How to Hide a Lion at Christmas”, publicado en 2018, conforma la secuela navideña de “How to Hide a Lion” (2010), libro con el que la autora e ilustradora, Helen Stephens ,comenzó la que parece estar siendo una colección fructífera con otros títulos publicados. La editorial Beascoa está siendo la encargada de traducirlos al castellano y al catalán.
¡Hasta la semana que viene!