Frank. La increíble historia de una dictadura olvidada.

Estoy plenamente convencida de que La Revolución, sí, La Revolución con mayúsculas, esa que hará del ser humano un ser noble; un ser que no cometa la locura y la torpeza de acabar con el planeta que lo mantiene con vida; un ser que no acepte ninguna discriminación, de la índole que sea. Un ser que no permita la muerte porque sí, por hambre, o por la guerra… esa Revolución comenzará en las aulas de infantil.

Porque, únicamente haciendo entender a un niño, haciendo que interioricen como el aire que respiran que hay una injusticia en una mujer discriminada por su condición de mujer, o en un homosexual repudiado, insultado (sea hombre o mujer) por su inclinación sexual. O la injusticia en un pueblo reprimido, o en el abuso de poder, o en la polarización económica… Únicamente haciendo entender esto a los niños, lograremos que crezcan como personas en el equilibrio, en el criterio, en la igualdad, en la empatía…

Pero claro, ¿cómo podemos explicar a un escolar una dictadura, por ejemplo? ¿Cómo podríamos hacer entender a un niño los crímenes del franquismo? Porque es necesario hablar de esto con ellos, es importante que sepan que, aquí, en España, hubo hace 40 años una dictadura, que esta dictadura fue muy cruenta y que, aún hoy, hay gente que busca a sus familiares. Que sí, que son familiares algo (no mucho, no vayamos a pensar) lejanos pero que, su desaparición sin más explicaciones, condicionó la vida de una familia más allá del paso de los años, más allá del paso de las generaciones, convirtiéndose en un fantasma que deben encontrar para poder cerrar los ojos, respirar hondo y poder descansar… ¿tan difícil es de entender esto por un adulto?

¿Cómo le explicamos esto aun niño?…

Y, es importante que lo entiendan por lo mismo de siempre, porque sin conocer nuestra historia, nuestros errores, corremos el riesgo de volver a cometerlos y esto no lo podemos permitir, más que nada porque serán nuestros hijos quienes lo sufran.

“Frank. La increíble historia de una dictadura olvidada”, de Ximo Abadía, es una ayuda para explicárselo. Una increíble historia que publicó en enero de 2018 la editorial Dibbuks.

En fin, creo que también hay que hablarles de esto. Que ocurrió en nuestro hogar y no nos podemos permitir hacer un tabú de algo así… Hasta la semana que viene…

El oficial Correa y Gloria

Hoy toca que os hable de un álbum práctico. Práctico en el sentido de que es simple, sencillo para que lo entiendan los niños. No hay una doble lectura de la que deban extraer conclusiones. El oficial Correa es un hombre que acude a los colegios de Napville enseñando a los niños reglas de seguridad. Así de simple. Eso sí, en un determinado momento, comienza a acompañarle una perra policía, Gloria, quien dará un toque diferente y divertido a las charlas que imparte el oficial por los centros y, este hecho actuará como hilo conductor para la historia que sirve, simplemente, para que los niños sepan qué no deben hacer por motivos de seguridad.

Y, la verdad, es que resulta práctico tener de vez en cuando libros así por casa, no sea cosa que tu hijo haga caso omiso a tus consejos (ja!) de no ponerse algo punzante en el oído, o de no tocar los medicamentos de otra persona, o de asegurarse de la profundidad del agua antes de zambullirse… En fin, siempre les puedes hacer la pregunta de ¿qué dice el oficial Correa cuando tienes que cruzar la calle? y como si de su héroe se tratara, miran a uno y a otro lado de la calle… ¡me encanta! ¡qué inocencia!

“Officer Buckle and Gloria” lo escribió e ilustró Peggy Rathmann en 1995 y lo publicó en español, en 2012, la editorial venezolana Ekaré. Lo que me gusta de esta autora, sobre todo, son las ilustraciones que, aunque no son ni muy originales ni muy estéticas, sin embargo, son divertidas de escrutar. En cada página hay pequeños detalles dibujados minuciosamente que puden pasar desapercibidos en un primer momento: un personaje que puedes seguir por toda la historia o algún guiño de la autora hacia el lector. En otro álbum de Rathmann, en “Faltan 10 minutos para dormir”, hay un momento en el que el niño está leyendo el mismo libro que está leyendo el lector en ese momento, o sea, “Faltan 10 minutos para dormir”. Y en otra página, al fondo de la ilustración, aparecen los personajes de otro libro suyo, “Buenas noches, Gorila”, en el momento en el que los animales salen del zoológico. Es decir, una escena de un libro se cuela como fondo en el segundo. Es muy entretenido, tanto que, a veces, cuando los releo, me pierdo mirando cada uno de los ricones de la imagen a ver si decubro algo más…

En fin, ya os hablaré de esos libros más adelante pero, hasta entonces, hasta la semana que viene.