¿Dónde perdió Luna la risa?

La primera vez que lo leí, me quedé impactada porque era la primera vez que encontraba este tema en un libro dirigido a los niños. Un niña triste, que no ríe por nada… pero es su hermano el que se preocupa, no entiende porque su hermana no tiene la sonrisa en la cara, y parte a buscar la risa de Luna porque quiere encontrarla.

Un tema tan serio tratado con ternura y a través del hemano para explicar a los niños que ellos también pueden estar tristes. Y pocas cosas hay más duras que ver a un niño triste, que no ríe por nada… pero, ocurre, y tienen que entenderlo como parte de la vida, pero también hay que ayudarles a salir de la tristeza…

En fin, “¿Onde perdeu Lúa a risa?” lo escribió en gallego Miriam Sánchez Moreiras y lo ilustró Federico Fernández Alonso en 2001. Ese mismo año, lo tradujo al castellano la misma Miriam y Kalandraka Editora se encargó de publicarlo.

¡Hasta la semana que viene!

Un secreto del bosque

Este fue el primer álbum ilustrado que leí sobre diversidad. La primera vez que leía un cuento para niños en el que se trataba de explicar la diversidad (del tipo que sea) en la pareja y su principal poblema: la opinión de los demás.

Ardilla conoce un día en el bosque a Pájaro Carpintero y se enamora de él al instante. Comienza a tener sentimientos extraños e intentando hacerles frente o, al menos, entenderlos, habla con todos sus amigos, los cuales, indignados ante semejante amor, no pueden más que alertarle sobre todos los inconvenientes que pueda tener. Ardilla se asusta y corre a esconderse pero entonces se encuentra con Pájaro Carpintero y, finalmente, le declara su amor. El tierno final del cuento en el que los dos animales construyen su nido en la encina es lo mejor del libro. Nada les importa, ya no tienen secretos que ocultar porque ya todo el mundo los conocen y, lo que es mejor, el bosque deberá asumirlo y respetarlo porque ellos van a seguir juntos el resto de sus vidas.

Los hay más diveridos e igualmente instructivos y necesarios, pero éste me llamó la atención por la ternura y la preocupación que refleja en la ardilla que no sabe cómo lidiar con sus sentimientos: real como la vida misma. “Un secreto del bosque”, lo escribió Javier Sobrino y lo ilustró Elena Odriozola en 2008 para la editorial OQO.

¡Hasta la semana que viene!

Los tejemanejes de la abuela

Diferente a lo álbumes que tratan el tema de la muerte, éste se acerca al punto de vista del que se queda. La tristeza de la persona que sobrevive a la pareja con la que ha compartido toda su vida. El desconcierto inicial y el volver a aprender a vivir pero esta vez sin su compañero.

Rosalía ha vivido así, compartiendo todo con un hombre que, de pronto, falta en su vida, hundiéndola en una melancolía de la que ni siquiera su familia la puede sacar. El nacimiento de su última nieta le proporciona la excusa para sacar las agujas y la lana y comenzar a tejer de nuevo, algo que había hecho ya hacía mucho tiempo. Después de acabar una rebeca a la recién nacida, decide seguir con este entretenimiento hasta que, finalmente, cubre su propia casa con esa lana que anda tejiendo. Incluso, los vecinos comienzan a ayudar a la anciana en la loca idea de llegar a envolver el mismo mundo en el que viven. Finalmente, y después de haber aprendido a vivir de nuevo, decide tejer el que será su último jersey, y será para el abuelo, para su compañero.

Un inicio y un final triste y muy real, pero que flanquean una historia divertida y absurda, más infantil y más digerible por la mente de un niño que se encuentre ante el dolor por la muerte de sus seres queridos. “Los tejemanejes de la abuela”, o “La iaia embolica la troca” en catalán, lo escribió Xavi Simó e ilustró Roger Simó para la editorial Andana en 2018.

¡Hasta la próxima semana!

El león blanco

Os traeré, esta y la próxima semana, sendos libros cuya temática es nueva por estos andurriales: los amigos invisibles en la infancia.

Y no os voy a hablar de mi muy mejor amiga mayor imaginaria de cuando (yo) era niña porque no es mi propósito aburriros pero, la verdad, es que supuso un báculo que, de manera natural desapareció pero, aún hoy, me acuerdo de ella.

Por eso, cuando leí “El lleó blanc” (sí, también lo podréis encontrar traducido al valanciano) sentí una tierna empatía hacia la niña que, recién mudada a una casa nueva y con paredes blancas, encuantra camuflado entre ellas a un león que pronto se convierte en su mejor amigo. En este caso, el león, ejerce de guía a modo de hermano mayor, y va animando a la niña a que conozca a la gente del nuevo barrio entre los que pronto encontrará niños reales con los que compartirá sus juegos. El león, entonces, sin llegar a deaparecer del todo, formará parte de la trastienda en la vida de la niña a la que, cada vez que lo necesite, podrá volver para encontrarse con él.

“The Snow Lion” lo escribió Jim Helmore y lo ilustró con mucho acierto Richard Jones para publicarlo, por primera vez, en 2017. En octubre de ese mismo año lo tradujo a nuestros idiomas Andana Editorial.

¡Hasta la semana que viene!

Pipí en la hierba

Ya es difícil ir por primera vez a una taza de váter. De hecho, hay muchísimos libros infantiles con esta temática. Imagino que el ver que esa preocupación es común a todos los niños hace que les reconforte (a los niños y a los padres) y parece que les ayude, aunque, personalmente, nunca me han convencido del todo estos álbumes ilustrados.

Y decía que ya es difícil el uso del inodoro por primera vez pero, nada que ver con la primera vez que tienes que hacerlo en medio de la montaña. Un excursión tranquila por la montaña y, claro, si se alarga, es algo inevitable. Hierbas largas que te rozan la piel inquietantemente, insectos correteando por la zona que has escogido. La ropa, cuidado con la ropa, apártala bien que si no puede salpicarse… separa bien los pies, no vayas a mojar las botas… en fin, esto sí que es traumático… y no digamos para nosotras…

Y es que, cuando leí este álbum, me reí bastante con esa niña que decide orinar en medio de un prado para el desconcierto y enfado de una mariquita que pasaba por allí en ese preciso momento. Trata de una manera diferente y divertida esa autonomía naciente en los niños pequeños cuando van por primera vez solos al baño. ¡Genial!

“Pipi dans l’herbe” lo escribió e ilustró en 2000 Magali Bonniol y lo publicó en castellano y en catalán la editorial Corimbo en el año 2002.

¡Hasta la semana que viene!

Gracias, Tejón

Cuando pasa el tiempo, el dolor por la muerte de un ser querido, empieza a ser soportable en lo cotidiano. Puedes empezar a recordar a esa persona tal como era, las anécdotas, sus manías, cómo te hacía reír, cómo aprendiste de él… Le añoras igualmente, e incluso más, pero puedes empezar a hablar de él sin que el dolor te lo impida.

Tejón, es mayor y sabe que pronto morirá. Una noche, meciéndose en su mecedora, se duerme y, finalmente, muere. Al día siguiente, sus amigos, reunidos en la entrada de su madriguera, se enteran de la lamentable noticia.

El invierno empieza y el frío y la nieve obligan a los animales a refugiarse y a pasar una larga temporada ocultos y en soledad, en intimidad. Y es con la llegada de la primavera, porque el tiempo ha curado algo las heridas, cuando pueden volver a juntarse y recordar todo aquello que habían vivido con Tejón; agradacerle todo aquello que les dio. Con el calor, la luz y la fusión de lás últimas nieves, de manera metafórica, también lo hace la tristeza permitiendo a los animales retomar sus vidas con un grato recuerdo de Tejón.

Con dibujos clásicos y estéticos, “Badger’s parting gifts”, lo escribió e ilustró Susan Varley en 1984 y en 2017 lo tradujo al castellano Juan Ramón Azaola para la editorial Los Cuatro Azules.

Y, bueno, mi particular agradecimiento a una persona que me cuidó toda su vida, me hizo reír (y de qué manera) y hoy hace un año que no veo: mi padre. Gracias, papá…

Hasta la semana que viene.

El lobo no vendrá

Hace ya tiempo que no hablo de algún libro para lo más pequeños que los pequeños. Y es que cuando vi este álbum me hizo gracia la manera que tenía de abordar los miedos nocturnos.

Un conejo le pregunta a su madre mientras se va metiendo en la cama si el lobo va a ir a su casa. La madre, sin negarle su existencia, le va narrando todas las dificultades que encontraría un lobo que vive en el bosque, con cazadores, para llegar a su casa, en la ciudad. Las ilustraciones, van mostrando, en una página el ceremonial del niño antes de irse a dormir. En la otra, aparece un lobo que, de una manera de lo más divertida, va intentando pasar desapercibido y salvar todos los obstáculos para llegar a la casa de la familia de los conejos. Una vez allí, llamará a la puerta y, para sorpresa de los padres, que ven pasar como un rayo a su hijo que va a abrir, el lobo entra en la casa con un regalo para el pequeño conejo, porque es su cumpleaños y llevaba todo el día esperando a su invitado…

¡Genial! es algo así como, ¿para qué enfrentarte?, hazte amigo de tus lobos y dejarán de darte miedo… lo dicho, original y divertido mensaje para luchar contra los miedos nocturnos. Hay más libros de este estilo que merecen la pena… ya os los iré trayendo por aquí.

De momento, aquí tenéis: “Le loup ne viendra pas”, lo escribió Myriam Ouyessad en 2017 y lo ilustró Ronan Badel, quien consigue hacer sus dibujos imprescindibles para un mayor disfrute del texto. Este mismo año, en 2018, lo ha traducido al castellano la editorial Luis Vives.

¡Hasta la semana que viene!

Los cinco horribles

Voy a ser sincera: ¿no os ha pasado nunca que habéis conocido a alguien de aspecto, si no desagradable, desde luego no bello pero, esa sensación ha ido cambiando a medida ibas conociéndolo? Incluso, me ha pasado a mí, que he llegado a verlo guapo y, cuando he recordado esa primera impresión, casi me ha hecho reír, por lo absurda, digo… pero la verdad es que, de hecho, me ha dado vergüenza haber sucumbido a los absurdos cánones de belleza para juzgar o, más bien, prejuzgar a una persona.

“Los cinco horribles” cometen el error de creérselo, de no ver en ellos nada más que su aspecto horrible. Claro que estamos hablando de un murciélago, una rata, un sapo, una araña y una hiena que se ríe de que el resto no sea capaz de ver más allá de su físico. Porque todos ellos saben hacer algo bien, todos tocan un instrumento o cantan, excepto el sapo, que sabe cocinar creps. Así que deciden abrir una crepería musical y, ante tanta belleza, los animales de alrededor, no podrán más que olvidarse del aspecto de esos animales y, todas la noches, se acercarán a escuchar a esta banda de cinco horribles. Y, bueno, a comerse unas creps…

“Die fürchterlichen Fünf”, lo escribió e ilustró en 1997 Wolf Erlbruch, ese magnífico autor que hizo que comenzara con este blog sobre literatura infantil. En 2001, lo publicó en castellano Editorial Juventud y también lo podéis encontrar en catalán.

¡Hasta la semana que viene!

 

Cuando las niñas vuelan alto

Es raro que hable de un autor del cual he escrito una entrada recientemente, pero es que hay gente que, desde su trabajo, contribuye de gran manera a que este mundo cambie. Y como yo soy de esas que piensan que, si quieres que el mundo mejore, tienes que intentar cambiarlo desde tu día a día, desde tu trabajo, haciendo que cada cosa que hagas tenga un sentido hacia esa mejoría, pensé que debía hacer una excepción.

Raquel Díaz Reguera pone su granito de arena en cada álbum que crea para alcanzar la igualdad entre el hombre y la mujer, para que las mujeres se valoren a sí mismas como se merecen. Esta mujer consigue que la nueva generación de mujeres y de hombres comiencen a crecer sin prejuicios y en la equidad.

Adriana, Jimena y Martina tienen grandes sueños sobre su futuro pero, la banda de don NOLOCONSEGUIRÁS, una banda de malos malísimos, emplea todo su tiempo en esconder entre la ropa y bolsas de las niñas, un montón de piedras para que no puedan volar y, así, que no logren alcanzar sus sueños. El señor SIQUIERESPUEDES, que es el que teje las alas para que las niñas puedan volar, será el encargado de acabar con este sinsentido.

Aunque muy obvio y directo, me parece perfecto para comenzar a cambiar el mundo desde la infancia que, como ya he dicho en otras ocasiones, creo que es la única manera de hacerlo.

“Cuando las niñas vuelan alto”, lo escribió e ilustró Raquel Díaz Reguera en 2017 y, ese mismo año, lo publicó la editorial Lumen. Además, también lo podéis encontrar traducido al catalán (Quan les nenes volen alt). ¡Hasta la semana que viene!

Yo voy conmigo

Y siguiendo con el tema de aceptación de uno mismo, hoy uno más pero, esta vez, para aprender a querernos y a no cambiar de manera tan gratuita por los demás. “Yo voy conmigo”: una niña enamorada y aconsejada por sus amigos, comienza a cambiar para que Martín se fije en ella. Cuando ya ha renunciado a su “yo”, se ha quitado hasta las alas y los pájaros de su cabeza le han abandonado, entonces, Martín le mira y le sonríe. Pero, ella misma ya no se reconoce, así que, poco a poco, se va reconstruyendo hasta conseguir que sus pájaros vuelvan.

No hay mucho que explicar: un buen libro con muy buenas ilustraciones para educar en el respeto por uno mismo, para aprender a querer a las personas por sí mismas, sin intentar cambiarlas… en fin, muy recomendable.

“Yo voy conmigo” lo escribió en 2015, Raquel Díaz Reguera, y ese mismo año lo publicó, también en catalán, Thule Ediciones.

Hasta la semana que viene.