La primera vez que leí este álbum me quedé impresionada de su tamaño tan pequeño y de su enorme contenido. ¿Qué es la felicidad?, se pregunta un lobo frente a una copa de vino, se supone que, en una barra de bar. Y así, de esta forma tan cómica, empieza “Selma”, de Jutta Bauer.
Y es el Gran Carnero quien responde al lobo contándole la historia de Selma, una oveja que nos habla de la cotidianidad de la felicidad, no por la frecuencia con la que se muestra sino porque es en lo cotidiano donde la encontramos. Y no nos dejemos arrastrar por la idea de que esto no es felicidad sino conformismo. Arranquemos ya de nuestro ideario una felicidad inculcada por el mercado, por los medios sociales en los que no nos está permitido fracasar o mostrar el fracaso. ¿Qué vida esta? Si la felicidad fuera los que nos muestra la publicidad o Instagram, estaríamos bien jodidos (y perdonad la expresión) porque tan solo una minúscula minoría podría disfrutar de ella (y tampoco tengo muy claro que lo hiciera).
La felicidad en el día a día, en una comida, en un momento compartido con los hijos, en un paseo o una carrera, en una charla con una amiga… Y el saber que mañana también podrás hacerlo. Y ya está. ¿No es suficiente? Saber que puedes vivir, que puedes hacerlo junto a los tuyos… Y cuando llegas a este estadio te asombras de las cosas que te rodean, te percatas, notas situaciones, vivencias que antes te pasaban desapercibidas y ésto es la felicidad.
¡Gente!, bastante mal está la vida para no saber apreciar lo que tenemos. Aprendamos a decir ¡basta! a este mundo surrealista en el que día a día nos obligan a adentrarnos impidiéndonos emerger para ver que, la realidad, es bien diferente y que, aún así, vale la pena, y mucho. ¡Despertemos!
“Selma” lo escribió e ilustró Jutta Bauer en 1997 y lo publicó en 2008, en castellano, la editorial “Los cuatro azules“. Una buena enseñanza para un niño, ¿no creéis?
Hasta la semana que viene.
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