Esto me recuerda al poema de Kavafis: Ítaca. Algo así como que no importa si te enriqueciste al final o no; lo importante fue el comenzar el camino, fueron las aventuras que tuviste durante tu viaje… esta es tu verdadera riqueza. Y son muchos los libros infantiles que hacen referencia a este tema; un tema, por otro lado, instructivo, práctico en la vida, pero, sobre todo, bello.
Así que, sí, Sam y Leo comienzan a cavar un hoyo con la idea de dejarlo solo si encuentran algo espectacular. En las ilustraciones, vemos el túnel que van cavando, pero también todos los tesoros, los diamantes que se van dejando por el camino y que nunca verán y, por supuesto, no tendrán por las decisiones que van tomando. Así que siguen cavando, hasta que caen por un agujero que les devuelve al lugar donde comienza el cuento. Coincidiendo en que esto ha sido bastante asombroso, deciden dejar el agujero e irse a casa a tomar leche con galletas. ¡Magnífico!
Genial idea, cercana a lo onírico y absurdo gracias a ese final. Con unas ilustraciones sencillas, originales y todas ellas en tonos tierra, como el hoyo que cavan.
“Sam & Dave Dig a Hole”, lo escribió Mac Barnett y lo ilustró Jon Klassen en 2014. Ese mismo año lo publicó en castellano la Editorial Juventud.
¡Hasta la semana que viene!