Diferente a lo álbumes que tratan el tema de la muerte, éste se acerca al punto de vista del que se queda. La tristeza de la persona que sobrevive a la pareja con la que ha compartido toda su vida. El desconcierto inicial y el volver a aprender a vivir pero esta vez sin su compañero.
Rosalía ha vivido así, compartiendo todo con un hombre que, de pronto, falta en su vida, hundiéndola en una melancolía de la que ni siquiera su familia la puede sacar. El nacimiento de su última nieta le proporciona la excusa para sacar las agujas y la lana y comenzar a tejer de nuevo, algo que había hecho ya hacía mucho tiempo. Después de acabar una rebeca a la recién nacida, decide seguir con este entretenimiento hasta que, finalmente, cubre su propia casa con esa lana que anda tejiendo. Incluso, los vecinos comienzan a ayudar a la anciana en la loca idea de llegar a envolver el mismo mundo en el que viven. Finalmente, y después de haber aprendido a vivir de nuevo, decide tejer el que será su último jersey, y será para el abuelo, para su compañero.
Un inicio y un final triste y muy real, pero que flanquean una historia divertida y absurda, más infantil y más digerible por la mente de un niño que se encuentre ante el dolor por la muerte de sus seres queridos. “Los tejemanejes de la abuela”, o “La iaia embolica la troca” en catalán, lo escribió Xavi Simó e ilustró Roger Simó para la editorial Andana en 2018.
¡Hasta la próxima semana!
En tejemanejes estamos.
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