Y, bueno, esta vez ha sido al revés. A raíz de un comentario en Twitter de la editorial di con una nueva serie de dibujos animados en Netflix que comenzó a emitirse el jueves de la semana pasada. La estética parecía diferente a todo lo que había visto antes y Barbara Fiore es una editorial que, a menudo, publica verdaderas joyas dentro de la literatura infantil. Así que, sí, la vi y me gustó, y mucho.
Efectivamente, la estéica es diferente, pero, además, la temática es original, con una ética, una filosofía de fondo que me convence plenamente. El humor es inteligente y surrealista a la vez. Personajes fantásticos que invaden la vida real de una niña que vive sola con su madre en las montañas y que, debido a unas causas que ahora no podría ni explicaros, se ve forzada a mudarse a la ciudad.
Pues, como decía, esta vez ha sido la serie la que me ha llevado al libro que, en forma de cómic, nos muestra la vida de esta interesante niña. Y, ninguno de los dos desmerece al otro. Así que, si tenéis oportunidad, leed, leedles y que lean las aventuras de Hilda. Y, por supuesto, en Netflix, tenéis la serie muy bien adaptada. A ver si de este modo, viendo series de tanto valor vamos consiguiendo unos contenidos de más calidad en la televisión… pasito a pasito… que, ahora, cada vez que abrimos estas redes de televisión es como si emitiéramos un voto acerca de cómo queremos nuestra programación. Como cada vez que compramos en el supermecado y hacemos tantas otras cosas anónimas a lo largo del día… pensadlo… sería fácil cambiar el mundo…
Bueno, a Hilda la creó Luke Pearson en 2010 y a partir de entonces ha escrito e ilustrado varios volúmenes: “Hilda y el trol”, “Hilda y el gigante de medianoche”, “Hilda y la cabalgata del pájaro”, “Hilda y el perro negro” y “Hilda y el bosque de piedra”. Y, aquí, de la traducción al castellano y su publicación se está encargando Barabara Fiore Editora.
¡Hasta la semana que viene!