Cuenta una oveja de un rebaño (ya he dicho alguna vez que me chiflan esos álbumes en los que se antropomorfizan los animales), digo, cuenta una oveja cómo su rebaño es la encargada de saltar cada vez que Miguel no puede dormirse. Y es la oveja nº4, la negra, la que, en un momento dado, decide que ya está bien, que no quiere saltar más. La presión del resto del rebaño, como si de la presión social se tratara, no logra que Nº4 cambie de idea. Pero, el contenido de una carta que, en medio del pensamiento o duermevela de Miguel, le entrega a la oveja negra un cartero en bicicleta, hace que, finalmente, salte y el niño logre dormirse. Una carta escrita por el propio Miguel, a su oveja, de su rebaño, de su sueño…
Es magnífico leer desde el pensamiento o las memorias de una oveja en qué consiste el trabajo de los rebaños, de cómo se comportan como eso, como un rebaño de ovejas: una salta, el resto le siguen. Y como una se revela y dice ¡basta! y esto asombra, asusta al resto que reacciona en contra de la oveja negra… ¡genial!… ¡como en la vida misma!… en la humana vida…
Pues, “El rebaño”, lo escribió Margarita del Mazo y lo ilustró Guridi quien ayuda muchísimo a que el cuento resulte divertido, tierno y muy, muy fresco. Una combinación de texto e ilustraciones muy acertada y necesaria. Lo encontraréis publicado por la editorial La Fragatina , que lo hizo en 2014.
¡Hasta la semana que viene!