Ayer fue el Día Internacional de la Mujer. Y, yo no me considero una mujer feminista en el sentido actual de la palabra, no acabo de entender lo de “ellos y ellas”, o el deseo de prevalecer de algunas mujeres por encima del hombre… Soy más de una igualdad, de coexistir en este mundo que, inevitable y afortunadamente, tenemos que compartir … y, por esto, mé manifesté ayer.
No obstante todo esto, siempre he percibido un modo femenino de ver el mundo que no aprecio tanto en los hombres (bueno, ni en todas las mujeres, tampoco puedo generalizar). Novelas como “Orlando”, de Virginia Woolf; “El festín de Babette”, de Isak Dinesen; “Un puente de libros infantiles” de Jella Lepman o, evidentemente, guardando las distancias, el cuento que os traigo hoy, podrían explicar esta percepción de dureza, fortaleza, anhelos, arquitectura de tu propia vida en torno a los seres queridos, desconcierto ante la violencia… Sé que si algún hombre me lee podrá molestarse: no lo hagas, de verdad, es una pincelada en algunas mujeres que, me sorprende, no nos hace ni mejores ni peores, simplemente, me sorprende.
“Sueños de lana”, de Mercè Sendino. Un homenaje en forma de verso a la mujer. Unos personajes femeninos que tejen su vida o sus deseos con lana, conforman los sueños de Susana, cuyos padres tienen una fábrica de lana. Y no hay nada más. De hecho, cuando leo algunas notas acerca de este libro, nunca le encuentran tanto sentido, únicamente unos versos infantiles y ya. A lo mejor soy yo quien ve algo más… quizá tendríamos que preguntar a su autora, pero, en cualquier caso, no cambiaría mi precepción. Es un libro escrito e ilustrado por una mujer y yo me he sentido muy cerca de él.
“Sueños de lana” lo escribió Mercé Sendino en 2008 y fue publicado por Brosquil Ediciones.
Y, bueno, el cuento perfecto para una mujer fuerte y que siempre me sorprende, como estas mujeres de las que os he hablado hoy, y que cumplió años el pasado domingo: mi madre…
Hasta la semana que viene.
Gracias por lo de “fuerte”. Es un tópico para cada mujer que, no hace más que afrontar las cosas tal como vienen.
En eso consiste ser fuerte, buena mujer… No creas que todas las personas consiguen afrontar las cosas tal como vienen… ni siquiera afrontar…
Muy bueno, sobretodo el comentario final.