Aquí estamos, con un sentimiento que todos alguna vez hemos tenido. Una persona que conocemos en un ambiente en el que ella tiene autoridad sobre nosotros y la vemos como un monstruo. Pero, si somos capaces de obviar los prejuicios, de tratar de conocer a esa persona, podemos empezar a verla de manera diferente e incluso que nuestra percepción subjetiva de ella cambie, que mejore. O no, no vamos a ser cándidos, que otras veces nos confirma lo poco equivocados que estábamos. Pero, en fin, nunca está de más poner a prueba los prejuicios que tenemos sobre la gente que acabamos de conocer.
Y esto es lo que le ocurre a Bobby con su profesora la señora Kirby. Los gritos de la maestra en el colegio hacen que el niño la vea como un monstruo. Pero un sábado se la encuentra en el parque y una situación que al principio resulta extraña para los dos, poco a poco va cambiando a medida que se van conociendo. La imagen de la profesora que, al principio, aparece dibujada como un monstruo verde con dientes afilados y garras, poco a poco, va suavizando sus rasgos hasta convertirse en una mujer agradable… que sigue gritando en clase, sí, pero Bobby ya la ve con otros ojos.
Me pareció divertido leer esta historia la primera vez porque, ¿quién no ha tenido esta sensación con algún profesor en su infancia?. “A los maestros incomprendidos y a sus alumnos incomprendidos” reza en la dedicatoria. ¡Genial!
“My Teacher is a Monster! (No, I am not)” lo escribió e ilustró Peter Brown en 2014. Dos años después lo tradujo al castellano la Editorial Océano Travesía y, en 2017, lo hizo al valenciano Andana Editorial. En Bétera, en su biblioteca municipal, podéis encontrarlo así que lo tenéis fácil.
Bueno, pues, hasta la semana que viene.